La Feria de Abril se divide en la Calle de Infierno y El Real de la Feria, que tiene una superficie total de 275.000m². Se compone de 15 calles con nombres de toreros sevillanos, y un total de 1.052 casetas.
La mayoría son casetas privadas, pertenecen a grupos de familia y amigos, peñas, empresas o instituciones… Pero también las hay de acceso libre, pertenecen al Ayuntamiento, a los distritos, organizaciones políticas y sindicales.
En 2017 fue creada por el Ayuntamiento una caseta dedicada al turismo, para que los visitantes se sientan especialmente cómodos. Dispone de cajero automático, espectáculos diarios, gastronomía local y la posibilidad de dar una vuelta guiada por el Real. Es por ello que es una de las casetas favoritas de los turistas.
En 2019 también se incorporó una caseta de acceso libre, La Marimorena, que ofrece menús veganos, comidas y bebidas sin gluten y sin lactosa.
Si no tienes a nadie que te invite a su caseta, puedes acudir a las públicas que son de libre acceso.
En la Calle del Infierno hay muchos puestos donde comer, merendar o tomar algo. Puedes también buscar un sitio en el barrio de Los Remedios, cuanto más alejado de la feria, más tranquilo.
Estas casetas públicas se encuentran repartidas por todo el Real, por lo que seguramente tendrás siempre alguna cerca. El horario es de 12 de la mañana a 3 de la madrugada. Os dejamos aquí el listado y dirección:
Existen puntos de información sobre las diferentes casetas públicas cerca de la portada y al comienzo de la calle Costillares, donde empiezan las atracciones. Allí puedes solicitar un plano de la Feria para ubicar todos los servicios y casetas.
Puedes descargarte un plano AQUÍ
Si tienes la suerte de que te acojan en la caseta de un sevillano o sevillana vivirás una experiencia maravillosa. Normalmente el anfitrión invitará a bebida y comida, pero, depende de la confianza, no te pegues a él o ella todo el día, seguramente tenga más invitados a los que atender u otras casetas que visitar.
Las casetas están formadas por varios socios que pagan una cuota anual. Valoran, por tanto, la privacidad y el control del ambiente y aforo. En la puerta hay un portero para controlar la entrada de los asistentes.
Por lo demás, la caseta no es más que un recinto en el que se come, se bebe, se baila y se charla con familiares y amigos. Los socios suelen contratar grupos de cantantes de sevillanas para dar ambiente y la gente viste sus mejores galas.
¡Enhorabuena!