Las sevillanas, un cante lleno de vida

Las sevillanas, un cante lleno de vida

Por: Ignacio Cáceres Dastis

La sevillana es el cante tradicional de la Feria de Abril. En muchos recintos feriales andaluces la música que predomina es el reggaeton o composiciones de cualquier índole, pero en la Feria de Sevilla se sigue manteniendo la sevillana. Aunque la gran mayoría sabe bailar este cante folklórico, y si no lo saben suben los brazos y se dejan llevar, pocos conocen de dónde proceden las sevillanas.

El cante feriante contiene varias tipologías, pero su origen está más o menos claro. Muchos estudiosos han situado a las sevillanas entre los cantes castellanos. En concreto, entre la seguidilla compuesta, es decir, una seguidilla simple más un estribillo, con rima asonante. Es en el siglo XVIII cuando el compás de la seguidilla evoluciona a un compás más rítmico y ligero. No obstante, no será hasta el s.XIX cuando las sevillanas adopten el cante y el baile actual.

El Rocío, un vehículo de transmisión

Algunos autores de la época describen a las sevillanas como una “danza florida, cortica, alegre y sincera. Se necesita para bailarlas bien, tener un puro sentido de la alegría…” Otros historiadores creen que desde 1889, las sevillanas adquieren su nombre propio. Desde bien pronto se extendieron a ferias de la provincia y al resto de Andalucía, siendo El Rocío un vehículo de vital importancia para su difusión. La romería, extendida en una gran cantidad de pueblos y hermandades, fue la fiesta perfecta para transmitir el cante y el baile de la sevillana.

 

La más antigua

La sevillana en sí es un cante que tiene varias tipologías. Sin embargo, los expertos coinciden en que la llamada ‘sevillana corralera’ es la más antigua de todas. Su estilo picarón, el ritmo más acelerado y su temática popular con temas de la vida ordinaria, sitúan a las ‘corraleras’ como las sevillanas más cercanas a las originales. “Me casé con un enano, salerito, ‘pa’ ‘jartarme’ de reír….”, es una típica corralera, o “a tu ‘tejao’, mirate que gato negro, a tu ‘tejao’.

El mayor exponente

Probablemente El ‘Pali’ sea el máximo representante de este tipo de sevillanas. “En la Pila del Pato ‘miarma’ te he ‘conocío’”, o “vamos a la caseta a comernos un pollo, un plato de aceitunas con cuatro bollos”, son algunas de las sevillanas que hablan de cómo se entendía la feria antiguamente. De hecho, durante muchos años los sevillanos solían llevarse la comida al Real y formar sus reuniones para pasar el día de la mejor manera posible.

Afortunadamente, Sevilla y su Feria siguen manteniendo centenares de sevillanas que reflejan perfectamente la identidad de la ciudad y su fiesta.